![]() |
Odisea |
Un viaje interior | ![]() |
Muerte con sabor a patatas fritasSi hay algo que me causa asombro es la capacidad que tiene el mundo de asombrarme. Diríase ilimitada.Sin ir más lejos el otro día supe, a través de El Mundo que el Departamento de Justicia Criminal de Texas tiene, como no podía ser menos, una página Web dedicada al corredor de la muerte. En ella encontramos varias secciones: estadísticas por sexo y raza, ejecuciones por año, próximas ejecuciones planificadas, etc. Pero sin duda lo más espectacular es la parte dedicada a las últimas comidas. Ya sabemos, por las películas y las noticias, que los reos pueden pedir lo que quieran para su última comida. De lo que me entero ahora es de que existe un gasto máximo permitido, que depende de cada estado, y que están prohibidos el alcohol y el chicle. Todos los menús estan detallados junto con el nombre del condenado, su fecha de ejecución y la ficha completa, foto incluida. Por ejemplo podemos comprobar que Bobby Cook, ejecutado el once de marzo de este año pidió para su última comida un cheesburger doble con jalapeños, batido de vainilla, patatas fritas, aros de cebolla, ketchup, salsa picante, helado de vainilla, dos coca-colas, un sandwich de pollo frito con queso, lechuga y tomate. Y esto no es nada; el catálogo incluye de todo: perritos calientes, hamburguesas gigantes, pizzas, batidos de chocolate, pasteles, huevos fritos, huevos revueltos, salchichas... Y no una ni dos, sino seis o doce. Todo a lo grande. Total ¿qué mas da? Ante esas explosiones fagocitarias existen peticiones conmovedoras. Una taza de café (James Powell), cuatro piezas de pollo frito y dos coca-colas (Reginald Reeves), un yogur (James Smith) o la misma cena que los demás condenados (William Chapell). La frugalidad de John Thomson (un zumo de naranja) contrasta con la voracidad de Robert Streetman (dos docenas de huevos revueltos con tortitas) o David Castillo (veinticuatro tacos, seis enchiladas, dos hamburguesas y un batido de chocolate, entre otras cosas). Me cuesta entender como en esa situación alguien puede tener ganas de calzarse una comida así. Pero me sorprende todavía más que exista esta página, y aún más el número de visitas que recibe, al parecer bastante alto (y yo he contribuido, claro). Pero así es el ser humano. Cuando deberíamos estar luchando por erradicar la pena de muerte, nos sentamos ante nuestro ordenador y curioseamos en páginas de este jaez, liberando morbo sin recato. Estados Unidos es el mayor espectáculo del mundo y la pena de muerte no es una excepción. Por eso podemos saber "hechos curiosos" sobre la pena de muerte. Que existen cinco formas de ejecución (inyección letal, electrocución, gas letal, horca y pelotón de fusilamiento); que se administran tres sustancias en la inyección letal (la primera para perder el conocimiento, la segunda para paralizar la respiración y la tercera para detener el corazón); que el coste de las inyecciones es de 86,08 dólares; que el término medio de espera para la ejecución es de 10,49 años; o que la edad promedio de los ejecutados es de 39 años. Todos estos datos y muchos más enarbolados cual patriótica bandera. Disculpadme. Creo que me ha sentado mal la cena. 2003-06-05 a las 08:00 | Odiseo | 5 Comentarios | # Referencias (TrackBacks)URL de trackback de esta historia http://odisea.blogalia.com//trackbacks/8664
Comentarios
|
El canto de las sirenasLa Biblioteca de BabelI Elada Oudepote Pethanei Cuaderno de bitácora 4Colors El peatón del aire Una cuestión personal El paleo-freak Tio Petros El triunfo de Clío La hormiga remolona El centro del laberinto Evasivas Mormuria Canta, oh Musa...El violín que surgió del fríoAmiguitas muy monas El viaje del Beagle
DerroteroLa Ilíada La Odisea Filomúsica El poder de las palabras
El consejo de Mentor![]() Archivos
Documentos![]() |
![]() |
|
![]() |