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Bocados exquisitos

Hace una semana Maruja Torres publicó en El País Semanal un artículo titulado Alegrías del Barroco en el que explica su tardío descubrimiento de la ópera barroca. Reflexiona sobre los placeres que solo los años pueden otorgar o mejor dicho la capacidad para saborearlos. Es una feliz coincidencia porque leyendo sus elucubraciones me doy cuenta de que ella y yo hemos transitado la misma experiencia casi simultáneamente.

La música es parte sustancial de mi vida y la ópera uno de sus más fuertes pilares. Si no hablo más a menudo de ello es por temor a resultar un tostón, tanto entre mis conocidos como en esta bitácora. Por ello es estimulante vibrar al unísono de alguien que ha sentido algo parecido. Como ella, yo he descubierto la ópera barroca en este último año.

Ha sido como un camino de ida y vuelta. Cuando empecé a aficionarme a la música entré por la puerta, aparentemente fácil, de los compositores barrocos. Handel, Vivaldi, Scarlati, Telemann y, algo más tardíamente Bach, fueron mis mentores musicales; de adolescente estos fueron mis ídolos. Después mi capacidad de deleite se extendió a la música romántica y a la ópera sobre todo de la mano de Wagner. Luego empecé a disfrutar con Mozart y fui asimilando épocas, estilo y autores, como quien ha descubierto el agua después de vagar por un desierto. He vibrado con las sinfonías de Sibelius o Mahler, con las óperas de Verdi y Puccini, con la música de cámara de Brahms o Schubert y no ha habido día de mi vida en que no haya descubierto algo nuevo, o haya vuelto a disfrutar de la capacidad inagotable que tienen algunos autores para sorprender constantemente. Ha sido un largo y placentero camino.

Pero la ópera barroca ha permanecido para mi bajo una espesa capa de ignorancia durante todos estos años. Este género no ha gozado del favor del público en general incluso entre los aficionados a la ópera. La discografía, hasta hace unos años había ignorado estas obras salvo algunas excepciones. Parecía que Handel solo había escrito El mesías, algunos conciertos, la Música para los reales fuegos artificiales , la Música acuática y una ópera, Giulio Cesare, ignorando casi sistemáticamente las cincuenta y tantas operas restantes que produjo a lo largo de su vida. Esto ha cambiado y creo que ahora podemos encontrar grabaciones de casi la mitad de su producción operística. También el sello Opus 111 tiene el proyecto de publicar en cd las 450 composiciones Vivaldi cuyos manuscritos se encuentran en la Biblioteca Nacional Universitaria de Turín. Esto incluye óperas inusuales o inéditas como L'Olimpiade, un trabajo sencillamente arrebatador. Lo mismo puede decirse, aunque no sea una ópera sino un oratorio, de Juditha Triumphans, grabado por la misma discográfica y que puede escucharse, conociendo ya la obra, como si fuera la primera vez. En esta colección todo tiene un frescor renovado, desde el elenco de cantantes hasta el rompedor diseño de sus portadas, inusual en este tipo de música. Si siguen con esta calidad, puedo decir que estamos ante uno de los eventos discográficos más importantes de los últimos años. En definitiva, parece que poco a poco la ópera barroca se recupera del olvido.

Estoy de acuerdo con Maruja Torres: no es bocado fácil, pero cuando se adquiere la capacidad de disfrutarlo es difícil concebir algo más exquisito. Ella dice que hay cosas que solo pueden llegar cuando cumples ciertas edades (los sesenta en su caso). Yo he llegado mucho antes y me alegro por ello. Leyendo los epítetos que intentan cristalizar sus emociones me hago un antiquísima pregunta: ¿cómo se que ella siento lo mismo que yo? Me identifico con sus palabras, en efecto. Pero cuando ella se siente "transportada" ¿cómo se que su transportación es como la mía? Mi forma de sentir Lascia ch`io pianga del Rinaldo de Handel es tan única como yo mismo y mi éxtasis es diferente al de Maruja Torres o al tuyo, que estás leyendo esto (y que si no has escuchado nunca esta aria maravillosa te conmino a que lo hagas ahora mismo). A pesar de la imposibilidad de vivir "al otro", encontrar a quien con sus palabras te define, es una experiencia gratificante.


2003-07-06 a las 20:58 | Odiseo | 1 Comentarios | #

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Comentarios

1
De: Marina Fecha: 2005-07-12 01:11

El aria que comentas, es una de las más hermosas que he escuchado nunca, a salvo claro, las de Mozart, cualquiera de ellas.







		

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