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Odisea |
Un viaje interior | ![]() |
Carpe DiemEn la película El club de los poetas muertos un nuevo profesor de un elitista colegio americano entra, en su primer día en esa institución, en una alborotada clase. Cuando consigue captar la atención de los jóvenes los hace salir del aula y los lleva a un gran sala del colegio donde se conservan los trofeos deportivos obtenidos a lo largo de los años. En la sala, junto a las copas y las placas unas fotos antiguas de las generaciones que les precedieron. El profesor centra la atención del grupo en las imágenes que les contemplan desde el pasado. Allí hay unos personas sonrientes, campeones en el deporte, con toda la vida por delante, orgullosos de sus hazañas, inconscientes de la brevedad de la vida. Ahora, todos están muertos. Entonces eran alegres y bullangueros como lo son ahora sus sucesores. El profesor baja la voz mientras explica que, si se callan y prestan atención, podrán escuchar el susurro de esos fantasmas diciendo "carpe diem" -aprovecha el momento- con un tono lastimero, de oportunidad perdida. Los asombrados y ahora silenciosos alumnos del profesor se acercan para poder escuchar como las viejas fotos les susurran, con voz de ultratumba, "caaaarpeeeeee diiiiiieeeeeeeemmmm".Esta magnífica secuencia me impresionó la primera vez que la vi. Siempre que he revisto (esta es la palabra correcta, no "revisitar" como se emplea a menudo) esta película he sentido un cierto escalofrío en dicha escena. Sintetiza muy bien el paso del tiempo y la inconsciencia de la juventud sobre este hecho. A los quince o dieciséis años la muerte es solo un acontecimiento que se vislumbra muy lejano, demasiado nebuloso para preocuparse por ello en ese momento. A menudo la vida pasa para muchos como un soplo. Cuando se dan cuenta ya es demasiado tarde. Solo queda advertir a los que vienen detrás que aprovechen el momento, que vivan en el presente y que disfruten de la existencia. Existe un sentimiento generalizado de que carpe diem es una invocación al placer sin control, una exaltación del exceso. Yo creo que es solo una serena reflexión que olvidamos frecuentemente: que la vida de cada uno es breve; es una viaje de una sola vez, sin billete de vuelta. No existen milagros, como en otra extraordinaria película Que bello es vivir, que nos hagan comprender claramente que nos jugamos todo a una sola carta. Nuestra segunda oportunidad no llegará nunca: el mensajero que viene a advertirnos que nunca podremos volver sobre nuestros pasos es algo tan evanescente como esas dos palabras. Carpe diem es una frase del poeta romano Horacio. En este artículo podemos leer el poema original en latín y su traducción al castellano, además de una interesante reflexión sobre la traducción correcta y su significado. Una vez más creo que ellos ya lo dijeron casi todo. 2002-07-15 a las 07:24 | Odiseo | 2 Comentarios | # Referencias (TrackBacks)URL de trackback de esta historia http://odisea.blogalia.com//trackbacks/1933
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